La inclusión de personas con discapacidad es uno de los principales retos que tiene la sociedad para derribar muros en favor de la integración sociolaboral de personas con distintas capacidades.
Cada vez en mayor medida vemos cómo nuestras ciudades reducen barreras arquitectónicas para adaptarse a personas con movilidad reducida o como en el lenguaje se hace más inclusivo desechando términos que tienen una connotación más negativa como: ciego, discapacitado o subnormal, términos que hace años se usaban libremente y que hoy son rechazados.