Si Trump vuelve y empieza una guerra comercial con la Unión Europea, España podría salir perjudicada. Si sube los aranceles, vender productos como aceite de oliva, vino o coches en EE.UU. sería más caro y difícil. Además, esto podría afectar a toda la economía europea, lo que nos salpicaría aquí. También podría frenar la inversión de empresas americanas en España y hacer que el turismo de EE.UU. bajara. En general, traería más incertidumbre y menos negocio para varios sectores clave del país.