Los trabajadores sociales desempeñan un papel clave en la recuperación de comunidades afectadas por crisis y desastres. Su labor incluye el apoyo emocional, la gestión de recursos y la creación de redes de apoyo para fortalecer la resiliencia comunitaria. Sin embargo, los desafíos como la falta de recursos, la desconfianza institucional y el impacto emocional del trauma pueden dificultar su intervención.