Problem-Based Learning (PBL) and Project-Based Learning (PjBL) are educational methodologies that promote an active and student-centered approach, prioritizing the resolution of real-world problems and the practical application of knowledge. Both methodologies foster the development of critical skills such as critical thinking, collaboration, and effective communication. In problem-based learning, students face challenging situations that require research and analysis, allowing them to acquire essential competencies for their personal and professional lives. On the other hand, project-based learning involves the completion of an extensive project that culminates in a final product, which not only motivates students by engaging them in their own learning process but also allows them to connect curricular content with real-world situations. Both approaches emphasize the importance of student autonomy, as they are responsible for their own learning and must make decisions about how to tackle the problems or projects presented. Additionally, these methodologies are inclusive and adaptable to different learning paces, promoting a more dynamic and participatory educational environment. In summary, both problem-based learning and project-based learning focus on meaningful experiences that prepare students to face the challenges of today's world.
El Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) se fundamenta en una serie de procesos cognitivos clave que facilitan la construcción activa del conocimiento. A partir de las teorías educativas contemporáneas, el ABP involucra procesos relacionados con el aprendizaje activo, la metacognición, la resolución de problemas y la transferencia de conocimiento.
por lo que es necesario describen los principales procesos cognitivos implicados en este enfoque pedagógico, con base en investigaciones recientes:
Procesamiento profundo de la información: El ABP fomenta un procesamiento profundo y significativo de la información. Este tipo de procesamiento se vincula con la teoría de la cognición situada, que postula que el conocimiento se construye mejor cuando se contextualiza en situaciones auténticas (Kaufman, 2020). En este sentido, el ABP permite que los estudiantes integren nuevos aprendizajes con sus experiencias previas, favoreciendo la adaptación y el enriquecimiento de las estructuras cognitivas existentes (Schunk, 2020).
Metacognición: En el ABP, la metacognición juega un papel fundamental. Los estudiantes no solo resuelven problemas, sino que también reflexionan sobre cómo abordan las soluciones, lo que les permite ajustar su aprendizaje. La metacognición en este contexto se refiere a la capacidad de supervisar y regular los propios procesos cognitivos, favoreciendo la autorregulación del aprendizaje (Zhang et al., 2021). Este proceso es esencial para el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y autónomo, que son cruciales en el aprendizaje basado en problemas.
Resolución de problemas: Es el núcleo del ABP, y está relacionada con la teoría cognitiva que entiende el pensamiento humano como un proceso de búsqueda heurística y adaptación a nuevos desafíos. En investigaciones recientes, se ha encontrado que el ABP mejora la capacidad de los estudiantes para manejar la incertidumbre y pensar de manera creativa, ya que se enfrentan a problemas reales que requieren soluciones innovadoras (Booth et al., 2023). Este proceso de resolución activa se basa en las estructuras cognitivas de aprendizaje situado y heurísticas de resolución de problemas (Polya, 2020).
Aprendizaje significativo y constructivismo: El ABP está profundamente arraigado en la teoría constructivista de aprendizaje, que sostiene que los individuos construyen su propio conocimiento a través de la interacción con su entorno. Según investigaciones contemporáneas, los estudiantes que participan en ABP tienden a aprender de manera más significativa, ya que se les anima a involucrarse activamente con el contenido y aplicar el conocimiento de manera práctica (Merrill, 2021). Este enfoque se basa en la idea de que el aprendizaje es más efectivo cuando está vinculado a contextos reales y problemas auténticos.
Transferencia de aprendizaje: El ABP también facilita la transferencia del conocimiento adquirido a nuevos contextos. Este proceso cognitivo se refiere a la capacidad de aplicar lo aprendido en una situación a problemas o situaciones diferentes, lo cual es un objetivo central en la educación actual. La transferencia es particularmente importante en el ABP, ya que los estudiantes deben aplicar sus conocimientos a contextos reales, promoviendo la habilidad de adaptarse a entornos profesionales y personales complejos (Brown & Green, 2023).