Esta pregunta busca entender cómo la tecnología y el acceso digital ayudan al crecimiento económico en América Latina y por qué ese impacto es diferente al que ocurre en países más desarrollados, como los de la OCDE.
la tecnología puede ser una oportunidad enorme para América Latina. Nos puede ayudar a mejorar la educación, la salud, el trabajo… básicamente, a vivir mejor. Pero la realidad es que estamos quedándonos atrás.Mientras en otros países ya tienen internet rápido, gente formada en lo digital y gobiernos que apoyan la innovación, acá todavía hay zonas sin conexión, escuelas sin computadoras y muchísima gente que no tiene acceso a nada de eso.El talento lo tenemos, las ganas también. Lo que falta es decisión: invertir en educación digital, mejorar la infraestructura y apoyar a quienes quieren emprender o innovar. Porqué si no hacemos eso ya, vamos a seguir viendo cómo otros países avanzan mientras nosotros seguimos remando en el mismo lugar. Y sinceramente, con todo lo que podríamos lograr, sería una pena
La tecnología y la digitalización tienen un impacto significativo en el desarrollo económico de América Latina, ya que pueden aumentar la productividad, facilitar el acceso a nuevos mercados y crear nuevas industrias y empleos. Sin embargo, también plantean desafíos importantes, como la pérdida de empleos debido a la automatización, la concentración de riqueza y la exclusión social.
Lo que puedo decir Deyvi Morales Lujan @ , la influencia de la tecnología y la digitalización en el desarrollo económico de América Latina es innegable, ofreciendo un vasto potencial para la productividad, la inclusión y la innovación. Sin embargo, su impacto difiere sustancialmente del observado en los países de la OCDE, revelando desafíos estructurales arraigados.
Mientras que en las economías desarrolladas la digitalización a menudo profundiza capacidades existentes, en nuestra región se enfrenta a una brecha digital persistente, donde vastos sectores de la población carecen de acceso o habilidades. Esto exacerba las desigualdades preexistentes, impidiendo que los beneficios del progreso tecnológico se distribuyan equitativamente. Además, corremos el riesgo de convertirnos en meros consumidores de tecnología, perpetuando una dependencia tecnológica en lugar de fomentar la soberanía digital y la creación de valor local.
Los desafíos incluyen la insuficiente inversión pública en infraestructura digital universal, la falta de políticas industriales que promuevan la innovación endógena y la regulación inadecuada de las grandes plataformas, que a menudo extraen valor sin redistribuirlo. Para un desarrollo genuino, necesitamos políticas progresistas que garanticen el acceso universal, inviertan en capital humano, impulsen la investigación y desarrollo local, y establezcan marcos regulatorios que aseguren que la tecnología sirva al bienestar colectivo, no solo a la acumulación de capital.
In Latin America, digitalization enhances financial inclusion and productivity, but challenges include infrastructure gaps, digital inequality, and regulatory bottlenecks—also faced by OECD nations in AI ethics and data privacy.