Para fortalecer las prácticas de enseñanza en primaria para niños con discapacidad intelectual, se pueden considerar diversas estrategias respaldadas por la literatura académica. Por ejemplo:
Adaptaciones curriculares: Autores como Turnbull y Turnbull (2017) enfatizan la importancia de adaptar el currículo para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes con discapacidad intelectual.
Inclusión educativa: El trabajo de Salend y Duhaney (2018) destaca los beneficios de un enfoque inclusivo en el aula, promoviendo la participación activa de todos los estudiantes.
Capacitación docente: Las investigaciones de Darling-Hammond y Richardson (2009) subrayan la necesidad de proporcionar formación continua a los docentes para abordar eficazmente las necesidades de los estudiantes con discapacidad intelectual.
Apoyo individualizado: Autores como Scruggs y Mastropieri (2013) han investigado en profundidad las estrategias de apoyo individualizado para mejorar el rendimiento académico de estos estudiantes.
Colaboración con especialistas: La colaboración interdisciplinaria se ha destacado en el trabajo de Friend y Bursuck (2018) como una forma efectiva de diseñar planes de apoyo personalizados.
Evaluación constante: La evaluación continua y el ajuste de las estrategias se abordan en la obra de Polloway, Patton, y Serna (2017).
Apoyo emocional: Los aspectos socioemocionales se exploran en profundidad en el trabajo de Baker, Wang, y Walberg (2017), destacando la importancia de un ambiente de apoyo emocional.
Comunicación con los padres: Autores como Turnbull y Turnbull (2017) también enfatizan la necesidad de mantener una comunicación abierta y regular con los padres o tutores.
Estas sugerencias se basan en la investigación académica y pueden ser un punto de partida para fortalecer las prácticas de enseñanza en primaria para niños con discapacidad intelectual. Te recomiendo consultar estas fuentes y buscar investigaciones adicionales para obtener una comprensión más completa y actualizada del tema.