La educación emocional en el hogar influye mucho en cómo los niños se relacionan en la escuela, porque es en casa donde aprenden por primera vez a reconocer y manejar sus emociones. Si un niño crece en un ambiente donde se le enseña a expresar lo que siente con respeto, a ponerse en el lugar del otro y a resolver conflictos con calma, llevará esas habilidades al aula. Esto mejora la convivencia escolar, porque el niño sabrá comunicarse mejor, trabajar en equipo y respetar a los demás