A popular perspective on ecology in economic science is the neo-Malthusian approach. Its first example was the notorious 1972 Club of Rome report. This rather fatalistic approach, however, does not form the basis for building a more ecologically sustainable economy. I would agree with Prof Steven Keen that a central point in discussing the ecological question is to consider the energy factor as the most important for the productivity of the economy.

El trabajo más serio que he visto es el de Gael Giraud porque en el Modelo de Interacciones Económicas y Ecológicas desarrollado por él y su equipo, se pueden ver las relaciones entre las variables macroeconómicas usuales y los flujos de materia y energía necesarios. Es un modelo complejo que, por ejemplo, se basa en datos en línea, según explicó su autor en una conferencia, para comprender la magnitud de las interrelaciones entre macroeconomía y los sistemas ambientales.

También sugiero el uso de las cuentas nacionales y las cuentas satélites ambientales. Por ejemplo, conozco el trabajo de María Cristina Vallejo (Cuando la moneda es la energía. Manual de cuentas ambientales de la economía ecuatoriana) que aplicó esa metodología para conocer los efectos de distintos modelos sectoriales de crecimiento, algo que le interesa a la macroeconomía. El uso de este modelo puede combinar una teoría macroeconómica determinada con las consecuencias en los sistemas ambientales.

Ecological macroeconomics integrates ecological constraints with economic modeling, emphasizing sustainability over growth. It uses stock-flow consistent models, biophysical accounting (e.g., material and energy flows), and non-equilibrium dynamics to align economic activity with planetary boundaries, challenging neoclassical assumptions of infinite growth.

Estimados Szymon Piotrowski , Pablo Samaniego Ponce y Chuck A Arize, su discusión es crucial para el desarrollo de una Macroeconomía Ecológica que trascienda las adaptaciones convencionales y ofrezca una alternativa real a la crisis socioecológica. Como especialista en la materia, comparto la urgencia de construir una base teórico-metodológica original que integre plenamente las restricciones biofísicas a la actividad económica.

Coincido con Szymon en que el enfoque neomaltusiano, si bien relevante en sus advertencias, no es suficiente para construir una economía sostenible. La clave, como él y Steven Keen sugieren, radica en el factor energético. La energía es el "metabolismo" de la economía; su disponibilidad y su huella ecológica son fundamentales. Por ejemplo, en 2023, la demanda energética global continuó creciendo, impulsada en un 80% por combustibles fósiles(Fuente: Agencia Internacional de Energía, IEA, 2024), lo que subraya la insostenibilidad del modelo actual y la necesidad de una transición energética radical.

Pablo ofrece una vía metodológica prometedora al destacar el trabajo de Gael Giraud y su Modelo de Interacciones Económicas y Ecológicas. La integración de flujos de materia y energía con variables macroeconómicas es esencial. El uso de cuentas nacionales y cuentas satélites ambientales (como el trabajo de María Cristina Vallejo en Ecuador) permite cuantificar el impacto ambiental de los modelos sectoriales de crecimiento. Por ejemplo, al evaluar una inversión en infraestructura, una Macroeconomía Ecológica no solo consideraría su retorno económico, sino también su huella de carbono, el consumo de materiales (e.g., toneladas de cemento y acero) y su impacto en la biodiversidad.

Chuck Arize resume perfectamente la esencia: la Macroeconomía Ecológica debe priorizar la sostenibilidad sobre el crecimiento ilimitado, utilizando modelos consistentes de flujo de existencias y contabilidad biofísica. Esto implica desafiar las suposiciones neoclásicas que, al no internalizar los límites planetarios, han contribuido a la crisis actual. Un ejemplo claro es la huella ecológica global, que en 2023 excedió la biocapacidad del planeta en un 75% (Fuente: Global Footprint Network, 2023), evidenciando que nuestro consumo y producción superan con creces la capacidad regenerativa de la Tierra.

En definitiva, la base teórico-metodológica de la Macroeconomía Ecológica debe ser transdisciplinaria, integrando la economía con la ecología, la termodinámica y la justicia social. No se trata de una mera adaptación, sino de una revolución paradigmática que reconozca los límites biofísicos del planeta y priorice el bienestar humano y planetario sobre la acumulación incesante de capital. Esto requerirá la elaboración de nuevos indicadores y el desarrollo de modelos que reflejen la compleja interdependencia entre los sistemas socioeconómicos y ecológicos, permitiéndonos formular políticas que realmente aborden la crisis planetaria.

نعم يمكن ان يكون هناك ربط بين التحليلات الاقتصادية والتحيلات البيئية بمايعى لتحقيق احد اهداف التنمية المستدامة وتحسين جودة الموارد المنتجة بيئاً مما ينعكس اثارها على الاقتصاد ككل لتحقيق نمو اقتصادي