Las tendencias actuales en la investigación sobre el impacto del trabajo social en comunidades vulnerables incluyen un enfoque en la justicia social, el uso de intervenciones basadas en evidencia, la participación activa de la comunidad, la mejora de la salud mental y el bienestar, y la incorporación de tecnologías digitales para facilitar el acceso a servicios. Estas tendencias buscan un impacto positivo y sostenible en las comunidades.