La deforestación causa graves consecuencias ambientales, como la pérdida de biodiversidad, el aumento del cambio climático por la liberación de CO₂, la erosión del suelo, la disminución de fuentes de agua y el desequilibrio en los ecosistemas. A nivel social, afecta a las comunidades locales e indígenas que dependen del bosque, reduce la seguridad alimentaria y puede generar pobreza y desplazamientos. Para mitigar estos efectos, se proponen medidas como la reforestación, el uso de tecnologías de monitoreo, la educación ambiental, el impulso de una agricultura sostenible y la creación de leyes que protejan los bosques y promuevan el desarrollo sustentable.
La deforestación no solo destruye bosques, sino que amenaza la estabilidad climática, la biodiversidad y el bienestar humano. Para enfrentarla se necesita un enfoque integral que combine conservación, desarrollo sostenible y justicia social.
La deforestación causa pérdida de biodiversidad, contribuye al cambio climático, degrada el suelo y altera el ciclo del agua. A nivel social, afecta especialmente a comunidades indígenas, que pierden sus recursos y territorios, y genera conflictos por el uso del suelo.
Para reducir estos impactos, se proponen medidas como la reforestación, el uso sostenible de los recursos, la creación de áreas protegidas, leyes más estrictas y la participación activa de las comunidades locales.
La deforestación causa pérdida de biodiversidad, erosión del suelo, cambio climático y afecta a comunidades locales. Para mitigarla, se propone reforestar, usar los bosques de forma sostenible, educar a la población y fortalecer leyes ambientales.