Teniendo en cuenta el trabajo que desempeñan dichos profesionales, justifica que habilidades o atributos son imprescindibles para realizar correctamente su labor.
Según el Código Deontológico del Trabajo Social de España, las virtudes y habilidades más importantes e imprescindibles que debe tener un/a profesional del Trabajo Social incluyen la empatía, la escucha activa, el compromiso ético, la capacidad de mediación y resolución de conflictos, la confidencialidad, la responsabilidad, la capacidad para trabajar en equipo, la autocrítica y la supervisión profesional, así como la adaptación y flexibilidad. Además, debe ser capaz de abogar por los derechos de los individuos, conociendo y aplicando dichos derechos. En definitiva, el/a profesional debe poseer una combinación de habilidades éticas, comunicativas, colaborativas y técnicas para llevar a cabo su intervención de manera efectiva.