A través de esta disciplina, los y las trabajadoras sociales actúan como defensores de los colectivos más vulnerables ayudándoles a alzar la voz y conociendo bien las necesidades que tienen estos grupos para poder beneficiarlos con las políticas públicas empleadas en la sociedad. También pueden aportar datos informativos y analizar las políticas ya existentes para poder mejorarlas y que respondan adecuadamente a las necesidades de las personas en situación de riesgo. El trabajo social ayuda a identificar y abordar los problemas que tienen estas personas pero también es empleado para que se de un cambio social en condiciones, con ajustes y mejoras que tengan como objetivo principal el bienestar y la comodidad de las personas usuarias que necesitan la ayuda de un/a profesional. Emplear un buen trabajo social, fomenta el sentimiento de pertenencia y responsabilidad de las personas que pueden denominarse y percibirse carentes de ello.
El trabajo social está implicado directamente con las políticas sociales, los derechos sociales, tiene un gran impacto e incidencia en el poder de promover el cambio social en la sociedad. El/la trabajador/a social a través de sus herramientas de trabajo específicas de su profesión se implicará directamente con la legislación vigente y el autorreciclaje se actualizará, a través de diferentes mecanismos sensibilizará de las diferentes problemáticas para que las personas estén en igualdad de condiciones, además trabajará en la investigación para proponer cambios en la sociedad actual que beneficien a los colectivos desfavorecidos.