Sí, las condiciones económicas globales y las políticas comerciales de otros países influyen significativamente en la efectividad y las consecuencias de los aranceles estadounidenses.
Un contexto de crecimiento económico global robusto podría amortiguar algunos de los efectos negativos de los aranceles estadounidenses, ya que la demanda externa podría compensar parcialmente la pérdida de competitividad causada por las tarifas. Sin embargo, en un escenario de desaceleración económica global, los aranceles podrían exacerbar las tendencias recesivas al reducir aún más el comercio y la inversión.
Las políticas comerciales de otros países son cruciales. Si los socios comerciales responden a los aranceles estadounidenses con medidas de represalia, como aranceles sobre las exportaciones estadounidenses, esto puede anular cualquier beneficio potencial para las industrias nacionales de EE.UU. y dañar a los exportadores estadounidenses. Además, las políticas de terceros países pueden influir en la desviación del comercio, donde los países afectados por los aranceles estadounidenses buscan nuevos mercados o proveedores en otras naciones.
En un mundo interconectado, la efectividad de los aranceles estadounidenses no depende solo de las políticas internas de EE.UU., sino de la compleja interacción de las condiciones económicas globales y las respuestas de otros países.