Have you ever wondered how skyscrapers and multi-story buildings stand tall, withstanding the forces of nature and the test of time? It’s not magic, it’s engineering, and more specifically, the use of frame structures
¿Alguna vez te has preguntado cómo los rascacielos y los edificios de varios pisos logran mantenerse altos, resistiendo el viento, los temblores y el paso del tiempo?
No es magia, es ingeniería. El secreto está en el diseño estructural, especialmente en el uso de marcos y sistemas de soporte avanzados.
Para empezar, la base de estos edificios es fundamental. Los cimientos son profundos y robustos, similares a las raíces de un árbol, y están diseñados para soportar el peso colosal del edificio y distribuirlo de manera uniforme en el suelo. Cuanto más alto es el edificio, más profundos y fuertes deben ser sus cimientos.
Además, los rascacielos utilizan estructuras de marcos, compuestas por columnas y vigas de acero o concreto, que forman una especie de esqueleto resistente. Este esqueleto permite que el edificio soporte tanto su propio peso como las fuerzas externas, como el viento o los terremotos. En muchos casos, se emplea un núcleo central de concreto, que actúa como la columna vertebral del edificio, absorbiendo y distribuyendo las fuerzas laterales.
Para resistir los vientos fuertes, los ingenieros también incorporan sistemas como amortiguadores de masa, enormes contrapesos situados en la parte superior de los edificios. Estos dispositivos se mueven en dirección opuesta al balanceo del edificio, ayudando a estabilizarlo durante tormentas o movimientos sísmicos1.
En resumen, la estabilidad de los rascacielos es el resultado de una combinación de cimientos profundos, marcos estructurales, núcleos centrales y tecnologías como los amortiguadores de masa. Todo esto permite que los edificios no solo se mantengan en pie, sino que también sean seguros y cómodos para quienes los habitan, enfrentando con éxito las fuerzas de la naturaleza y el paso del tiempo.