Como parte de la acuacultura tradicional, el cultivo de algas marinas podría convertirse en una opción atractiva para las poblaciones costeras, puesto que esta muy alejada de los problemas de contaminación que provocan ciertos resultados negativos y más bien contribuye a mantener la biodiversidad.
Las macroalgas ofrecen un porcentaje de proteína en peso seco equivalente a la cantidad de proteína proveniente de los granos. Asimismo, tienen mucha fibra y un alto contenido de minerales, a partir de ellas, se obtienen los hidrocoloides, que son unos compuestos complejos de carbohidratos que se utilizan en la industria como espesantes para distintos productos. Por ejemplo, pastas de dientes, helados y embutidos, entre otros.