Considero que las tecnologías emergentes, como la realidad aumentada y las aplicaciones interactivas, pueden transformar profundamente el aprendizaje en la educación inicial. Estas herramientas permiten crear experiencias más visuales, dinámicas y multisensoriales, lo cual es fundamental en esta etapa en la que los niños aprenden a través del juego, la exploración y la curiosidad.

Por ejemplo, usando realidad aumentada, los niños pueden ver cómo un animal sale de un libro y se mueve, lo que hace que aprender sobre animales sea más divertido y real. También hay aplicaciones con juegos que enseñan emociones, colores o números, ayudando a que los niños aprendan jugando.

Las tecnologías emergentes, como la realidad aumentada y las aplicaciones interactivas, transforman el aprendizaje en la educación inicial al ofrecer experiencias visuales, táctiles y auditivas que favorecen la comprensión de conceptos abstractos y estimulan la participación activa. Estas herramientas permiten una enseñanza más personalizada, motivadora e inclusiva, siempre que se apliquen con criterios pedagógicos adecuados, respetando el desarrollo evolutivo y priorizando la interacción social y el juego como ejes del aprendizaje infantil.

Esta tecnología emergente no solo capta la atención de los estudiantes sino que también amplía los horizontes educativos de manera interactiva y dinámica.

Las tecnologías emergentes como la realidad aumentada y las aplicaciones educativas tienen el potencial de transformar la educación inicial al convertir el aprendizaje en una experiencia viva, envolvente y profundamente significativa. Imagina que un niño apunta con una tableta a una imagen de un delfín en su libro y, de repente, ve al delfín saltar y nadar frente a sus ojos: esa interacción no solo capta su atención, sino que despierta su imaginación, refuerza la comprensión y conecta lo abstracto con lo concreto.