Con esta pregunta se busca explorar cómo guiar a los niños para que identifiquen, expresen y controlen sus emociones de forma saludable. También para reflexionar en el rol de padres, maestros y cuidadores para crear un ambiente seguro que fomente la empatía y la resolución de problemas desde la infancia.
Para lograr el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños desde una edad temprana, es esencial que aprendan a identificar y expresar sus emociones de manera adecuada, ya que esto contribuye a su autoestima y a una mejor gestión de sus sentimientos.
Asimismo, el comportamiento de los adultos juega un papel crucial en este proceso, pues al actuar como modelos de regulación emocional, enseñan a los niños a manejar sus propias emociones de manera saludable.
Además, fomentar la empatía y las habilidades sociales mediante la interacción con otros niños fortalece su capacidad para comprender y respetar las emociones ajenas, lo que mejora su convivencia. También resulta importante permitirles tomar decisiones acordes con su edad, ya que esto refuerza su autonomía y confianza en sí mismos.
Por otro lado, la incorporación de programas educativos enfocados en la inteligencia emocional dentro de las instituciones escolares ha demostrado ser una herramienta efectiva para el desarrollo integral de los estudiantes, ayudándolos a mejorar su concentración, resolver conflictos y establecer relaciones interpersonales sanas.
En conjunto, estas estrategias no solo favorecen el bienestar emocional de los niños, sino que también los preparan para enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y empatía.
- Fundación Botín. (2018). Beneficios e ideas para trabajar la inteligencia emocional y social en el aula. educaweb.com
- Raouda, R. (2025). Siete cosas que hacen los padres de los niños con una alta inteligencia emocional según una especialista. huffingtonpost.es