Cualquier persona puede expresar el verbo estudiar, y conjugarlo: yo estudio, tú estudias, él estudia, nosotros estudiamos, ustedes estudian, ellos estudian. Y así el enseñar, el investigar y el gestionar. Para cada una de estas acciones se necesita inspiración, deseo, inclinación, compromiso y amor por desarrollarlas. Debemos tener noción del bien común, para que cada quien se esfuerce en hacer lo que le corresponde. En los países desarrollados se aplica el: Si crezco yo, crece mi comunidad o país. Mientras que en los países pobres; De todo lo malo que se tiene, se culpa al otro. Y si algún otro está avanzando, se le ponemos el pie para que tropiece. Lo opuesto de esa mediocridad, es lo sobresaliente.
La ausencia o conformismo del que estudia, enseña, investiga y gestiona, necesita también, capacitación y estímulo intrínseco o extrínseco, para desempeñarse óptimamente, y mejorar o lograr sus objetivos lo mejor posible. De esa manera tendremos mejores estudiantes, maestros, investigadores y administradores que gestionen lo que se necesita con lo que se tiene. Tal vez se sabe lo que tiene qué hacer cada quien, pero se necesita también, un cambio de actitud individual.