La deforestación no solo afecta al medio ambiente por la pérdida de biodiversidad, la fragmentación de hábitats y el cambio climático, sino que también impacta a las comunidades humanas al alterar los servicios ecosistémicos como el agua y el suelo fértil. Además, está vinculada a modelos de desarrollo insostenibles, políticas agrarias inadecuadas y la falta de alternativas económicas para las poblaciones rurales