El avance de las tecnologías ha supuesto una gran transformación para la práctica del Trabajo Social. Gracias a estas, se ha podido sistematizar y coordinar los recursos con mayor rapidez y eficacia. Facilitando a los profesionales la organización de los servicios y la posibilidad de gestionar grandes sumas de información. Además, con la incorporación de diferentes herramientas tecnológicas es posible recopilar toda la información de los usuarios en una misma plataforma, optimizando así, los procesos administrativos. A su vez, se facilita la comunicación entre los miembros de equipos interdisciplinares para desempeñar sus funciones de manera correcta.

Proporciona también la capacidad de trabajar de manera remota, lo que resultó de gran utilidad en situaciones especiales, como en la pandemia del COVID-19. Cabe añadir que, en profesiones como la del trabajo social es necesario estar informado sobre la actualidad, por lo que el desarrollo tecnológico ha sido fundamental en este aspecto. Y por último, ha sido de gran utilidad para dar mayor visibilidad a esta profesión mediante la difusión de profesionales por diversas redes sociales.