Cuando un trabajador social se encuentra con una persona conflictiva, surgen diversas cuestiones sobre cómo manejar la situación de manera efectiva, cómo mantener una comunicación asertiva sin que termine en confrontación y cuáles serían las mejores estrategias para establecer límites claros sin perder la empatía. Además, es importante considerar qué recursos o protocolos pueden utilizarse para garantizar tanto la seguridad del profesional como el bienestar de la persona atendida.