Some researchers have been interested in studying the relationships between the level of anxiety and competitive sports performance.
The results of their research revealed that there is no specific level of anxiety that helps to show the best performance
As an athlete, a certain level of anxiety may prevent an athlete from achieving his goals, while...
The same level of anxiety might hinder another athlete from achieving the expected achievement, and this difference in impact
The same level of concern for different athletes is based on the athlete's assessment of his abilities
Subjectivity, as well as his awareness of the nature of the competitive sporting situation that he faces, as observations have resulted in
Those working in the field of psychological preparation for athletes note that athletes are characterized by anxiety as a distinctive feature
For their personality, their performance is better when they are in this state before competing, while their performance weakens when they are not in this state. Anxiety in this athlete is considered part of his style of coping.
Life is a dependable behavioral development, and removing him from a state of anxiety affects the decline in his level of performance.
Hardy (1990) propone que la «ansiedad somática» alta no es necesariamente dañina para el rendimiento. Antes bien resulta necesaria. Se vuelve perjudicial sólo si resulta acompañada de un alto nivel de ansiedad cognitiva, lo que por supuesto implica los sentimientos de amenaza, incertidumbre y preocupación (Casal 2002).
El sujeto se siente tenso (y lo está), intranquilo y temeroso. A partir de este desorden emocional el atleta no puede controlar su atención y por lo tanto mantenerse alerta y actúa como si todo ocurriera demasiado rápidamente para poder oponerse a ello. Dado que el tono muscular está excesivamente alterado las acciones resultan torpes. Este estado constituye un círculo vicioso pues las torpezas en la competición lo retroalimentan, induciendo un mayor temor y ansiedad o bien cayendo en un estado de carácter depresivo (Casal 2002).
Los estudios realizados han permitido poner de manifiesto que la atención visual puede verse alterada cuando se producen cambios en el nivel de activación. En ocasiones es posible que el deportista cambie a un estilo de atención dominante que no sea el más adecuado para la destreza a ejecutar. En otros casos un nivel excesivo de activación puede hacer que el atleta, al mostrarse excesivamente autoevaluativo, preste atención a señales inadecuadas a la tarea (Márquez 2006).
La ansiedad es inherente a la actividad deportiva, por lo que puede experimentarse a cualquier edad y nivel, tanto en entrenamiento como en competición. El incremento de la ansiedad y sus consecuencias negativas suponen una mayor activación del participante (respuestas autonómicas), que pueden perjudicar el rendimiento deportivo-competitivo posterior. El aumento sin control de la ansiedad puede generar una disminución en la atención y concentración al atenderse estímulos irrelevantes, excluyendo los elementos importantes de la situación deportivo-competitiva (Contreras & Córdoba 2011).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
•Casal, H. M. V. (2002). La preparación psicológica del deportista: mente y rendimiento humano (Vol. 10). Inde.
•Contreras, O. E., & Córdoba, E. P. (2011). Edad, concentración y su influencia en el autocontrol de la ansiedad en deportista. Cuadernos de Psicología del Deporte, 11(2), 89-96.
•Márquez, S. (2006). Estrategiasde afrontamientodel estrés enel ámbito deportivo: fundamentos teóricose instrumentosde evaluación. International Journal of Clinical and Health Psychology, 6(2), 359-378.