Muchas personas equiparan la educación sexual con un permiso para ser activos sexualmente. No es así. La educación sexual representa la oportunidad para aprender, comprender y poner en práctica lo que significa ser un hombre o una mujer en los tiempos que corren. También es una oportunidad para instruirse sobre cómo vivir como adultos de forma segura, responsable y feliz. En otra época, la palabras sexualidad y discapacidad pocas veces se escuchaban juntas en conversaciones "educadas". Se consideraba que no era aceptable hablar sobre sexualidad abiertamente. Y frecuentemente las personas con discapacidad (PcD) permanecían escondidas y tampoco se les mencionaba. Desde ese entonces hemos aprendido mucho sobre los beneficios de conversar sobre la sexualidad y han surgido grandes cambios en torno a cómo percibimos a las PcD. Los padres ya no preguntan, "¿Cómo puedo retrasar el desarrollo de la sexualidad en mi hijo con discapacidad intelectual (DI)?" Ahora más bien preguntan: "¿Cómo puedo ayudar a mi hijo con DI a expresarse sexualmente en una forma cónsona con sus capacidades y dentro de los estándares aceptables en nuestra comunidad?" ¡Una pregunta mucho más acertada! Desarrollo Social/Sexual La sexualidad es un aspecto inherente e importante de la personalidad de cada persona y no está ligado a su cociente intelectual. Sin embargo, existen semejanzas y diferencias entre cómo la sexualidad se desarrolla en niños con desarrollo típico