La eficacia de las intervenciones de terapia de juego en la mejora de la resiliencia en niños/as en situación de vulnerabilidad ha sido objeto de estudio en el ámbito social. Aunque los resultados varían según el contexto y la población se ha demostrado que el juego puede ser beneficioso para estos niños/as.

Se ha demostrado a través de estudios que la terapia a través del juego puede ayudar a los niños/as a desarrollar habilidades de afrontamiento, mejorar el autoestima, mejora en la gestión de las emociones y promover la resiliencia frente a situaciones que sean de mucho estrés o traumáticas. La terapia de juego establece un lugar seguro donde los niños/as tienen la posibilidad de expresar sus sentimientos e inquietudes, resolver algunos problemas y poner en práctica las habilidades sociales. Esto conlleva a una recuperación y a fortalecer la parte emocional.

Además, la terapia de juego se adapta para abordar las necesidades específicas de cada niño/a en situación de vulnerabilidad. Estos profesionales, en este caso terapeutas, tienen los conocimientos necesarios para trabajar de forma sensible y compasiva, utilizando técnicas y actividades diseñadas para promover la resiliencia.

La eficacia depende de varios factores como la calidad de la relación terapéutica, la estabilidad de la intervención y el apoyo continuo que recibe el/la menor. Esta terapia de juego puede incluir intervenciones familiares, escolares y comunitarias.

Para concluir, la terapia de juego puede ser una forma efectiva de mejorar la resiliencia en niños/as en situación de vulnerabilidad al proporcionarles un lugar seguro para expresar y procesar sus experiencias personales y desarrollar sus habilidades de afrontamiento. Es muy importante, valorar cada caso de forma individual y adaptar el enfoque según las necesidades del/ de la menor.