En el trabajo social comunitario, la investigación participativa es muy eficaz porque fomenta el empoderamiento de la población. Personalmente he utilizado técnicas como el mapeo colectivo, los foros ciudadanos y las entrevistas semi-estructuradas facilitadas por líderes vecinales. Este enfoque no solo recoge información más rica, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y compromiso de la comunidad.